Lun. Abr 29th, 2024
Foto: Ricardo Balderas

Ricardo Balderas

En la historia social de América colonial encontramos vestigios del lenguaje que ahora forman parte de nuestra cotidianidad, pero que desconocemos su connotación matriz. A causa de ello, arrastramos inconscientemente un sinfín de luchas que la modernidad no ha logrado acomodar para borrar el rastro de quienes padecieron las enfermedades más grotescas de la humanidad, el racismo, el clasismo, la homofobia o la esclavitud coexisten en nuestra lengua y en nuestras vidas.

Me llamó la atención recientemente un estudio publicado por la Universidad de Puerto Rico titulado: “Estudios de lingüística hispánica: homenaje a María Vaquero”. La homenajeada es probablemente la filóloga más importante de su país y una de las principales promotoras de la lengua libre. Es también uno de los grandes tesoros lexicográficos de la historia moderna y, la poeta que tristemente murió en el 2008.

Su tesis más famosa —O la que yo más admiro— trata sobre cómo el mar fungió como generador evolutivo del lenguaje. Las palabras fluyendo entre las mareas de los buques, arrastrando versos y significados nuevos a la vida de los hispanohablantes. Un diccionario de agua.

En ese valioso texto aparecen las referencias sobre el origen de la palabra «Mulato”. Y sí señores, el racismo vino del Occidente moderno y “civilizado”. Mulato ‘cualquier mestizo’ (“Envíaronle un muchacho mulato que le dijeras a la Inga que en ninguna manera viniese de paz al Almagro”) ejem.

La palabra tiene su origen en la palabra “Mula (animal usado en el campo para la carga, híbrido estéril que resulta del cruce entre una yegua y un burro)”. Ese término era utilizado en tiempo de la invasión europea a las Américas, para referirse principalmente a los hijos de personas nativas americanas esclavizadas por los Europeos colonizadores.

Lo sorprendente con el tema, es que la mismísima María Vaquero en su arduo trabajo por entender y clasificar el lenguaje, argumentaba la posibilidad de que surgieran “palabras emergentes” con las que se definirían realidades que debieron durar lo que las originó. Sin embargo, años después de la triste partida de Vaquero, la humanidad sigue demostrado que siempre es más fácil memorizar y repetir, que desaprender.

@Ricky_leaks_

por aullido