noviembre 21, 2024

Ricardo Balderas

La mezquindad del discurso “políticamente incorrecto” y el vodevil del conservadurismo del lenguaje, han aniquilado las discusiones entre iguales. Me gustaría comenzar aclarando que las letanías absolutistas me ocasionan una pereza incomparable; y que la mayor parte del tiempo, los paladines de la razón, me recuerdan a infantes fastidiosos queriendo levantar la mano en las aulas de clase.

También confieso que en más de una ocasión he sentido repulsión por este espacio, porque una columna de opinión es el único género periodístico que básicamente consta de externar nuestras pobrezas (muchas o pocas) sobre algún tema en particular. Y siendo claros, pocas personas están todavía dispuestas ya tolerar los soliloquios pseudointelectuales de los diarios, la radio y televisión.

Dejando claro eso… Me gustaría recordar el caso del Umberto Eco, aquella vez en que declaró en una desafortunada entrevista que “las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas”. Motivo por el cual entregaría el libro De la Estupidez a la locura a la editorial Lumen en 2016, poco antes de su muerte con el objetivo de aclarar aquellas palabras que lo detonaron.

El pensamiento complotista de Eco que proyectaba parvadas de hombres y mujeres absortas e incapaces de reflexión alguna, no es más un reflejo de la pérdida de lucidez y esfuerzo. Por que venga,  siempre será más fácil dictaminar sin evidencias un estado de estupidez colectiva, que proponer un cambio disruptivo en el sistema. 

Y algo similar ocurrió con el peruano Mario Vargas Llosa cuando publicó en su columna “El feminismo es hoy el más resuelto enemigo de la literatura” y las llamó también “Nuevas inquisiciones”. El costo (además del repudio que generó) más elevado a sus declaraciones fue sin duda la respuesta de la española Laura Freixas, también colaboradora del diario El País, que en su cuenta de Twitter escribió:

–Todo un honor que me cite (para mal) Vargas Llosa hoy en El País. Lo que él llama «buenísimo», yo lo llamo responsabilidad ética. Su afirmación de que el feminismo es el enemigo me confirma lo que dice Griselda Pollock: el feminismo es la gran revolución intelectual de nuestro tiempo.

Finalmente me gustaría cerrar con una pregunta: Estaba Eco en lo correcto, asegurando que la voz de un ganador o ganadora del Nobel tendría más peso y/o derecho de ser escuchado que la opinión de lo que él denomina La legión de idiotas. No.

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