Redes sociales: convivir con el riesgo sin caer en el pánico

Ricardo Balderas
Vivimos en una era donde estar “conectado” parece casi una obligación. Las redes sociales nos permiten mantener vínculos, informarnos y expresarnos. Sin embargo, es necesario asumir que estos espacios, aunque cotidianos, no están exentos de riesgos. Eso no significa que debamos abandonarlos, pero sí que conviene entrar con los ojos bien abiertos.
Las redes sociales recopilan enormes cantidades de datos personales: nuestras fotos, ubicación, hábitos de consumo y opiniones. Parte de esta información se usa para ofrecernos contenido personalizado. Otra parte, para publicidad dirigida. Pero cuando esa información cae en manos equivocadas —por ejemplo, a través de una brecha de seguridad, ingeniería social o una mala configuración de privacidad— el daño puede ser real: desde suplantación de identidad hasta extorsión o acoso.
Aun así, no se trata de alarmarse, sino de actuar con conciencia. La buena noticia es que, con algunas prácticas simples y herramientas adecuadas —muchas de ellas basadas en software libre— podemos mejorar significativamente nuestra seguridad digital.
Consejos prácticos con herramientas libres
- Revisa la configuración de privacidad de tus cuentas.
Asegúrate de que solo las personas que tú apruebas puedan ver tu información. Muchas redes permiten personalizar qué publicaciones ven tus contactos. Hazlo. - No reutilices contraseñas y usa un gestor de contraseñas libre.
Herramientas como Bitwarden (código abierto) te permiten crear y almacenar contraseñas seguras sin necesidad de recordarlas todas. - Navega con más privacidad.
Utiliza navegadores como Firefox con extensiones como uBlock Origin y Privacy Badger para evitar rastreadores y anuncios invasivos. - Evita iniciar sesión en apps o sitios con tu cuenta de red social.
Aunque es tentador por la comodidad, estás compartiendo más datos de los que crees. Prefiere iniciar sesión con usuario y contraseña únicos para cada servicio. - Usa sistemas operativos más transparentes.
Distribuciones GNU/Linux como Ubuntu, Linux Mint o Debian ofrecen mayor control sobre lo que hace tu computadora, sin procesos ocultos ni telemetría invasiva. - Verifica tus sesiones activas.
Muchas plataformas permiten ver desde dónde y cuándo has iniciado sesión. Cierra sesiones sospechosas de inmediato.
Conclusión
No se trata de demonizar las redes sociales, sino de entender que son herramientas con beneficios y también con responsabilidades. Como ocurre con cualquier tecnología, el poder de usarlas con seguridad está en nuestras manos. Informarnos, adoptar hábitos conscientes y apoyarnos en el software libre nos empodera frente a un entorno digital cada vez más complejo.
La privacidad no debería ser un lujo. Tampoco debería ser una batalla solitaria. Está en nuestras decisiones cotidianas hacer de internet un espacio más seguro para todos.